El sistema impositivo en Alemania diferencia entre residentes y no residentes a los efectos fiscales.
Residente es una persona que tiene un domicilio en Alemania o bien tiene fijada allí su residencia habitual. Dichas personas tributan en Alemania por sus ingresos a nivel mundial.
Por otra parte, los no residentes son aquellas personas que no reúnen las carácterísticas indicadas anteriormente y perciben ingresos que están relacionados de alguna manera con Alemania (inmuebles, trabajo en el territorio, participaciones en empresas, etc.). Sin embargo, los intereses devengados en cuentas bancarios no tributan cuando el titular de la cuenta es no residente.
En el caso de los no residentes, la tasa impositiva mínima asciende al 15 % y llega en su tope máximo al 45 %. Los ingresos de capital tributan con una tasa máxima del 25%.
Quien no reside pero devenga ingresos en Alemania está obligado a informar los mismos mediante declaración jurada, contando para ello con plazo hasta el día 31 de mayo del año subsiguiente. De no hacerlo queda expuesto a sanciones de tipo penal, ya que en Alemania la evasión -aunque sea de 1 Euro- ya se considera delito penal.
En determinadas situaciones se puede exigir al contribuyente que éste designe un representante fiscal en Alemania.
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